La historia del pulmón de hierro

El pulmón de hierro ha recorrido un largo camino en el último siglo. Originalmente inventado a principios de 1900 para tratar la insuficiencia respiratoria, el pulmón de acero no se usó por mucho tiempo hasta que se convirtió en una necesidad médica para los pacientes con tuberculosis. Hoy en día, el pulmón de acero todavía se usa para tratar la insuficiencia respiratoria, pero también se ha adaptado para tratar muchas otras afecciones, desde la parálisis cerebral hasta la epilepsia. El pulmón de hierro ha evolucionado y se ha adaptado para seguir siendo relevante en el campo de la medicina.

El pulmón de acero fue inventado por Alfred Crosby en 1902. Desarrolló esta máquina para tratar la insuficiencia respiratoria en pacientes con tuberculosis, que eran especialmente vulnerables a su enfermedad. Aunque originalmente fue creado para ayudar a estos pacientes, pronto se convirtió en una necesidad para ellos.

Durante los primeros años de su existencia, el pulmón de hierro fue utilizado casi exclusivamente por pacientes con tuberculosis. La primera paciente de Crosby, una mujer llamada Mabel, fue la primera en pasar por el tratamiento con éxito. Sin embargo, después de que se publicitó su uso, muchos otros pacientes estaban dispuestos a someterse a un tratamiento con el pulmón de hierro, lo que dificultó que Crosby obtuviera más fondos para el dispositivo. Como tal, Crosby donó el primer pulmón de hierro al Hospital Mabel Lane en Boston, donde se usó durante los siguientes treinta años.

Dado que el pulmón de hierro original se diseñó originalmente para pacientes con tuberculosis, solo funcionó bien para pacientes que padecían la misma enfermedad.

Cómo funciona el pulmón de hierro

Un pulmón de hierro es una máquina que utiliza presión negativa para eliminar el dióxido de carbono (CO2) y reemplazarlo con oxígeno.

El aire dentro de la máquina se bombea a una presión más baja que el aire exterior. Esto permite que el aire dentro de la máquina sea menos ácido, lo que a su vez lo vuelve más alcalino. Esto significa que es más fácil para los pulmones absorber oxígeno.

El pulmón de hierro está conectado a las vías respiratorias del paciente para que el paciente pueda respirar. Se bombea aire a los pulmones a través de una traqueotomía y el pulmón de acero cubre esta abertura con una membrana de plástico. A medida que el paciente respira, la membrana fuerza el aire de la traqueotomía hacia las vías respiratorias. Luego, el oxígeno se absorbe dentro de los pulmones y el dióxido de carbono se elimina del cuerpo y se expulsa a través de la traqueotomía.

La historia del pulmón de hierro

El pulmón de hierro fue inventado a principios del siglo XX por Alfred Crosby. Fue estudiante de la Escuela de Medicina de Harvard a fines del siglo XIX y estaba tratando de encontrar una nueva forma de tratar a los pacientes con tuberculosis. Observó los efectos de la oxigenoterapia hiperbárica, que consiste en colocar a los pacientes en una cámara presurizada llena de oxígeno al 100 %. Se dio cuenta de que si podía crear una máquina que pudiera proporcionar oxígeno a la misma presión, podría crear una máquina que pudiera proporcionar los mismos beneficios. Él diseñó el primer pulmón de hierro basado en esta idea.

La primera traqueotomía fue creada por Crosby en 1901, pero no funcionó muy bien. El procedimiento fue muy doloroso para los pacientes, que a menudo experimentaron infecciones graves como resultado.

Pulmón de hierro hoy

Los pulmones de hierro todavía se usan en algunos casos hoy en día, pero se usan principalmente para condiciones que requieren el uso de un sistema de apoyo respiratorio de presión de aire positiva. Estos sistemas a menudo se usan para pacientes que se recuperan de una cirugía o aquellos que tienen condiciones de salud crónicas que facilitan la respiración.

Los usos más comunes de un pulmón de hierro son para la insuficiencia respiratoria y para brindar apoyo a las personas con parálisis cerebral.

Pulmones de metal para niños

Los pulmones de metal fueron inventados en la década de 1950 por el Dr. David Morehouse. Era el director de atención respiratoria pediátrica en la Universidad de Colorado y quería una forma más segura de apoyar a los niños durante los tratamientos respiratorios. Supuso que los niños se sentirían más cómodos respirando con una bolsa de plástico que con un pulmón de hierro, por lo que creó pulmones de metal para ayudar a estos pacientes a respirar con facilidad.

Estos pulmones de metal son similares a un pulmón de hierro, pero no usan mucha presión de aire. Esto los hace mucho más seguros para pacientes jóvenes y no requiere que se les coloque en un pulmón de acero para recibir tratamiento.

Un pulmón de metal es una bolsa de plástico rígido que tiene una gran abertura en el fondo. Esto permite que la cabeza del paciente sobresalga de la bolsa y proporciona suficiente espacio para que el niño respire cómodamente.

La bolsa se puede llenar con agua para proporcionar un cojín, lo que facilita que los niños se acuesten mientras respiran.

Palabras finales: respire más fácilmente con un pulmón de hierro

El pulmón de hierro todavía se usa hoy en día para tratar la insuficiencia respiratoria, pero también se ha usado para tratar otras afecciones, como la parálisis cerebral.

El pulmón de hierro es una máquina que utiliza presión negativa para eliminar el dióxido de carbono y reemplazarlo con oxígeno.

El pulmón de hierro está conectado al vías respiratorias del paciente para que pueda respirar, y se bombea aire a sus pulmones a través de una traqueotomía.

Hoy en día, los pulmones de acero se usan principalmente para la insuficiencia respiratoria, pero también se pueden usar para la parálisis cerebral.

Los pulmones de hierro son muy seguros, pero a veces pueden ser dolorosos para los pacientes, pueden ser difíciles de respirar, pero es importante relajarse y respirar lenta y tranquilamente.