El motor de combustión interna (ICE) ha sido un pilar del diseño automotriz durante más de un siglo. En ese tiempo, se ha refinado, optimizado y hecho más eficiente. Como resultado, se ha convertido en el principal sistema de propulsión de los vehículos más avanzados del mundo.
Pero, ¿y si le dijera que podría reemplazar todos esos ICE ineficientes en los vehículos existentes con un solo invento simple? Probablemente no me creerías, pero eso es exactamente lo que es el motor de combustión interna: un invento único y simple.
Los vehículos de hoy funcionan con una combinación de motores de combustión interna y motores eléctricos. Es el motor de combustión interna lo que impide que la industria alcance su máximo potencial.
No solo eso, sino que los motores modernos también se han vuelto cada vez más complejos, lo que solo los ha hecho más caros.
Ahí es donde entra en juego la nueva generación de diésel limpio. Es un reemplazo simple, eficiente y rentable para los motores de gasolina y diésel.
¿Qué es un motor de combustión?
Un motor de combustión funciona con el concepto básico de combustión y potencia.
La parte quemada proviene de la combustión a alta temperatura de combustibles fósiles o combustibles alternativos.
El poder proviene de la fuerza expansiva generada por el cambio de temperatura que ocurre cuando se queman los combustibles.
Estos son los dos componentes principales de un motor de combustión.
Por qué es tan importante reemplazar los motores de combustión interna
Los motores de combustión interna son las plantas de energía mecánica más eficientes disponibles actualmente.
Pero la eficiencia no es suficiente; los motores también deben ser lo suficientemente potentes para hacer que un vehículo se mueva. Y deben ser lo suficientemente livianos para mantener el vehículo en movimiento mientras mantienen suficiente potencia.
Desafortunadamente, el motor de combustión interna promedio no lo es.
Debido a esto, los motores de combustión interna rara vez se optimizan en cuanto a eficiencia de combustible o potencia. Como resultado, no son capaces de desarrollar todo su potencial.
La buena noticia es que, con unos simples cambios, los motores de combustión interna se pueden hacer más eficientes y potentes.
Cómo funciona un motor
Para comprender cómo funciona un motor diésel, primero debemos observar cómo se queman la gasolina y el diésel.
La gasolina y el diesel se queman a diferentes temperaturas y con diferentes productos químicos, pero en ambos casos, el proceso de combustión a alta temperatura produce energía y una cantidad considerable de calor.
La energía generada por los combustibles de combustión se transfiere a la energía de rotación del cigüeñal del motor. Esta energía cinética luego se transfiere al tren motriz a través de la transmisión.
En un motor diesel, el proceso de combustión también produce grandes cantidades de calor “rechazado”. El calor rechazado puede capturarse y utilizarse para generar energía adicional o, en algunos casos, utilizarse con fines industriales.
En cualquier caso, la alta temperatura y presión que acompañan a la combustión diésel significa que una cantidad significativa de energía se libera en forma de calor.
Esto significa que, para hacer funcionar un motor diésel, debe utilizar un sistema de recuperación de calor.
Mientras que un motor de gasolina promedio produce alrededor de 100 caballos de fuerza, el motor diesel promedio produce más de 400 caballos de fuerza.
Ese tipo de potencia significa que, cuando se combina con una transmisión adecuada, un motor diésel puede remolcar más que un motor de gasolina comparable.
Más confiable que los motores de combustión interna: la razón número uno para reemplazar un motor de combustión interna con un motor diesel es una mejor eficiencia de combustible.
Los motores de gasolina son significativamente menos eficientes que los motores diesel. Los motores de gasolina también son más propensos a averiarse y requieren un mantenimiento frecuente.
Ese no es el caso de los motores diesel modernos, que son algunos de los motores más confiables del mercado.
Sustitución de motores de combustión interna:
Estos son algunos pasos que puede seguir para reemplazar su motor de combustión interna con un motor diesel.
Determine su tipo de motor: antes de comenzar a buscar un motor adecuado, primero debe determinar qué tipo de motor tiene su vehículo actualmente.
Si no lo sabe, no lo adivine: siempre es mejor prevenir que lamentar cuando se trata de manipular su vehículo. Deseche las piezas viejas: es mejor deshacerse de las piezas viejas del motor que no necesita. Esto incluye correas viejas, mangueras, bujías y más. Obtenga un diseño de motor: un diseño válido para su motor hará mucho más fácil determinar si su motor es adecuado para la conversión. Si no tienes un diseño, no podrás hacer ningún cambio. Realice modificaciones en el motor: una vez que tenga un diseño de motor válido, puede comenzar a realizar algunas modificaciones. Por ejemplo, puede reemplazar sus viejas bujías por otras nuevas diseñadas para motores diesel. Prueba de manejo del vehículo: antes de llevar su vehículo modificado para una prueba de manejo, debe asegurarse de que se comporte como esperado. De lo contrario, podrías terminar dañando algo más en el vehículo o a ti mismo.
Línea de fondo
El motor de combustión interna ha sido un pilar del diseño automotriz durante más de un siglo. En ese tiempo, se ha refinado, optimizado y hecho más eficiente. Como resultado, se ha convertido en el principal sistema de propulsión de los vehículos más avanzados del mundo.
Los vehículos de hoy funcionan con una combinación de motores de combustión interna y motores eléctricos. Es el motor de combustión interna lo que impide que la industria alcance su máximo potencial.
No solo eso, sino que los motores modernos también se han vuelto cada vez más complejos, lo que solo los ha hecho más caros.
Ahí es donde entra en juego la nueva generación de diésel limpio. Es un reemplazo simple, eficiente y rentable para los motores de gasolina y diésel.